jueves, 3 de abril de 2014

Versátil... bonita palabra


Recuerdas? Transiciones del minutero marcando las horas. No quisiera escribir nada romántico aunque el romanticismo sea algo de lo que me sigo maravillando cada día... Si, me gustan los faros, ya lo sabes, perseguir una luz de alivio cuando te sientes perdida dentro de tanto oleaje. Simbólicamente precioso... ¿Porqué no me entierras en algún lugar remoto de algún satélite en des-uso? Quizá debería ir yo misma y así nos ahorramos lamentos innecesarios. Se desde mi más profunda intuición que tus ojos aterrizaron en algún otro lugar que no es mi retina y mi sentimiento de posesión infinita me perturba hasta dejarme seca de mi estupidez. 

Quizá debería aplicar alguna de esas técnicas milenarias como cantar a los dioses o danzar desnuda por algún bosque mientras busco la clorofila de tus labios. O quizá no! Mejor debería quedarme inmóvil y esperar a que la fotosíntesis floreciera mi existencia real. Qué más da.. si la sensación es la misma...

Me marchito. Te marchitas... aun pensando que eras perenne. Ironías de la vida. 

Traspaso estadios y centrifugo con agua caliente, de aquella que te quema, hasta desprender todo aquello que no debo tener en la colada emocional y es difícil saber como se quitan las cosas que no quieres que se vayan. Contradicciones en Si bemol, como esas canciones de blues triste y lento. 

Días escuchando Opera, Shubert siempre fue un genio para explicar sin palabras aquellas durezas del sentir. Deseo poder respirar de forma natural tu esencia, sin que duela el polen de tus palabras. Quiero poder abrazar tu tronco sin sentir que las raíces se enlazan de nuevo a mis pies... Sugiriendo amor eterno en un solo instante.

Como ese instante en el que cae la hoja versátil al suelo sin un adiós. 

Aura

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