miércoles, 16 de abril de 2014

Shhhhht...


Días silenciosos por fuera pero no por dentro, semanas que me aturden, a cual peor… He sentido el acecho de las horas sobre mi pecho, ansiedad que no cesa bajo ningún concepto. He optado por la desinhibición y el dejarme llevar, y he caído en mi propia trampa. No me juzgo pero si me valoro y con estricta regularidad, acepto el hecho pero no el sentimiento, en este caso impulsivo y estúpido.

He llorado como un niño por no conocer ni entender, y me he escondido cual pequeño avergonzado por “el que diré”, pero difícil es esconderse de sí mismo…

Mi punto fuerte nunca fue el de abrir mí ser, ya muchos lo sabéis, como roca impermeable y estática compadezco ante los demás, pero nunca ante mí mismo ¿Soy? ¿Temo? ¿Espero? ¿Reservo?... Quizás un poco de todo y un poco de nada.

¿Siento? Sí, siento, hoy más que nunca siento como las horas no esperan, el caos se apodera de mí y de mi sombra, e irrisoriamente yo la sigo a ella, esquivo pisadas de andares no pacíficos, y ésta me arrastra en un áspero balanceo que me pide calma. Cambio desprecios por buenas caras y ofrezco flores a quienes las cortan, si el mundo ha enloquecido no seré yo quien me oponga.


Más disperso que de costumbre entablo conversación con la soledad, necesito calma y tiempo, no puedo más…

Uve.

No hay comentarios:

Publicar un comentario